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Desde el sábado 7 de octubre de 2023, asistimos con absoluta consternación a un agravamiento brutal de la guerra en Palestina. Miles de muertos y heridos entre las operaciones “Tormenta de Al Aqsa” y “Espadas de Hierro”. Algo tan predecible, como inevitable.
Ante esta situación, CNT quiere denunciar el manejo que los estados, reconocidos o no, hacen de la población, como piezas en un tablero de juego internacional, donde los de siempre pierden vida, casa, seres queridos, escuela, hospital y….. futuro.Nuestra mirada como internacionalistas y antiestatistas se opone a reconocer el derecho del poder militar y político -de cualquier estado- a sacrificar vidas de trabajadores, trabajadoras, niños y niñas, personas de cualquier creencia o procedencia.
Hoy, una población arrinconada en una cárcel a cielo abierto, condenada a la asfixia en su básico medio de vida por el intolerable apartheid que realiza el estado de Israel, tiene que sufrir, además, la repugnante hipocresía de la clase política propia y ajena: Terrorismo es esto, pero no aquello. Y aunque aquí no nos alcanzan los misiles, sí nos alcanza la manipulación mediática, a través de vergonzosas consignas que se replican infinitamente entre ellas, sin pudor alguno.
Cuando, el tradicional apoyo de poderosas dictaduras árabes ya había adelgazado lo suficiente hasta su aceptación explícita de la situación de facto, un recrudecimiento gestado por otras piezas del tablero – coincidiendo con el 50 aniversario de los hechos del Yom Kipur- vuelven a poner Palestina (o lo que queda de ella) en el mapa.
Y tenemos muchas preguntas sin responder: ¿Es creíble que no lo sabía el MOSAD o no lo ha sabido valorar? ¿Quizás se ha permitido para poder asestar la estocada final desde una ultraderecha más instalada que nunca en el poder? ¿De verdad hay diferencia útil entre derecha e izquierda sionista? ¿Hablamos de conflicto o de colonialismo? Y, sobre todo: ¿Existe un lugar a dónde pueden huir los habitantes de Gaza para salvarse?
Muchas preguntas y pocas respuestas, así pues, trabajadores, trabajadoras y gente de Oriente Próximo, queremos deciros que:
– Rechazamos profundamente la política de apartheid ejercida por el Estado de Israel, porque es una violación grave de los derechos humanos y un crimen de lesa humanidad.
– Abominamos la hipocresía mediante la que se condenan o se justifican estos sistemas y prácticas, según el lugar donde se aplican.
– Animamos, como trabajadoras, también de la comunicación, a denunciar que los medios eviten el reconocimiento de los actos crueles o inhumanos en el contexto de un régimen institucionalizado de dominación sistemática con la intención de mantenerse.
– Identificamos este apartheid como lo que es: un sistema de trato discriminatorio prolongado y cruel de un grupo a los miembros de otro con la intención de controlarlo.
– Nos solidarizamos con las personas que tratan de llevar su existencia en esa parte del mundo, de cualquier origen, porque todos los seres humanos tiene iguales derechos.
– Condenamos cualquier ataque a civiles, independientemente de su condición, nación o religión y abogamos por la abolición de fronteras, muros, vallas y alambradas, así como por el derecho al retorno de las personas refugiadas.
– Excluimos la idea de más estatismo como salida: Dos estados no son la solución.
– Repudiamos cualquier forma de racismo, islamofobia o antisemitismo, pero también el militarismo y el nacionalismo, vertientes instrumentales del capitalismo y genuinos distractivos de la lucha de clases.
– Consideramos la desobediencia civil como derecho, porque ningún ser humano debe ser obligado a empuñar armas, a fabricarlas o a traficar con ellas.
En CNT pensamos que esta no es una partida en la que posicionarnos y todo resuelto. Somos conscientes de estar ante una cuestión tan sencilla de comprender, como terrible: Si una impunidad generalizada es mantenida en el tiempo, por no ser soportable -finalmente- tiene que estallar.
Porque más estado no es la solución. Porque más ejército no es la solución.Porque la lucha contra el capitalismo no tiene fronteras, el antimilitarismo es posible.
Recuerda: Ell@s deciden la guerra y nosotr@s ponemos l@s muert@s.